DESDE LA
ALCAZABA, AYER
Fragmento 1
«Patri mea totus hic mundus est»
(Mi patria es todo este mundo)
(Mi patria es todo este mundo)
Copiosas las manos, impreciso el
mohín, ajeno el labio, pensárase que el tiempo es mera
farsa. Irrespirable el polen nacarado, tu ansia, monótono escenario es la
sintaxis, simultánea la sangre, asedio, mácula. Cosmogónico el mar incautado, repentina
el agua, asintónico el vientre, desnivelado el labio que estremecido implora. Sirena
desquiciada abierta hasta las branquias esperando al Ulises caducado, ocurrencial
desliz, reproducción en sepia de un retazo de nada. Hay en la tarde un pálpito
de magma efervescente, caligráfico vuelo, avecilla mutada, verbigracia. La ruindad de la
noche busca en vano ser poseída, trinitarias parlantes son las lenguas que
escalan las murallas entreabiertas troquelándolas.
Implosiona el tejido de la realidad, dañando la
suma de los cuadrados invisibles del alma. Observo la huella expansiva en la
superficie del agua, hipnotizando el instante en que sumerjo tu cuerpo en el
verbo virgen del primer hechizo. ¡Ah, aquella Santa Cruzada que pervirtiendo
el aire sembró pánicos en la al-Meriyya pasada! Bajo velos, azules y sombras, entre
aves, cantos y nardos aguarda el animal de la espesura. Frío como una pared sin
sangre, urgido de la sed, imitando la perfecta comunión de los gatos. La
melancolía nos empuja a buscar el centro donde florece la hortensia mientras la
rota esfera de Pomodoro simboliza los horrores de las guerras. ¿Dibujamos
imaginativamente hasta encontrar la lógica de los magmas? Nuestras manos no
hicieron lo suficiente cuando llegaron las primeras lluvias, ni regamos la
tierra heredada con nuestras lágrimas, ni aramos los campos, ni adoramos la
nube que se posó sobre el río redondo escopetando voces. ¿Es posible que la
bestia que busco se esconda entre cántaras y cuerpos amados? ¿Soy acaso el
infiel que debía ser a toda costa expulsado? ¿Debo tomarte por la punta de las
alas y lavarte, lavarme, lavarnos, en el espejo de los nombres? Lo que me
rebela no procede del mar antiguo, ni forma parte de la jarcha encantada con
que finalizaba la divina moaxaja, sino de esta daga que me ata a tu arena, mientras
olas escarlata susurran versos sembrados en el vacío de otros corazones.
Antonio García Vargas
(del libro «Almería milenaria»)
Fascinante prosa poética con albores escurridos por los muros los nombres lavados en ascenso , elevarse, ser un expulsado,que intriga proviene del mar antiguo y se rebela y se rebela..Maravilloso don el de tu escritura Antonio..! bendiciones y admiración de la grande..
ResponderEliminarSusana
Gracias de nuevo, Susana.
ResponderEliminarLa introducción del libro «Almería milenaria» creo recordar que tiene unas 12 o más páginas, de letras muy apretadas que, al contrario que el resto del libro, están escritas en ese tipo de poesía en prosa. En algunos pasajes el tono es muy elevado, sí, y predomina la lírica del lenguaje sobre todo lo demás. Es difícil de conseguir normalmente pues se precisa de un estado de exaltación muy particular. Me alegra saber que has sabido reconocerlo.
Recibe mi abrazo.
Antonio
Es un placer leer su prosa poética, uno se embebe allí y viaja con cada frase. Me gusta como divulga a su terruño. Muy bueno. Reciba mis saludos estimado maestro.
ResponderEliminarPedro Nicolàs Frega.
Muchísimas gracias, Pedro. Siempre me satisface recibir tu comentario. Un abrazo.
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