miércoles, 19 de febrero de 2014

REINOS DE TAIFAS, RAZONES DE SU DERRUMBAMIENTO

REINOS DE TAIFAS
Razones de su derrumbamiento

  En la España musulmana se habla de "particularismo" local y racial; de las dificultades de una geografía montañosa que aislaba y favorecía que cada región tendiese a ser una unidad independiente. Los gobernantes locales ejercían el poder efectivo y sólo en las épocas en que el poder central fue realmente fuerte, se pudo mantener a raya a los gobernadores locales que, como se ha visto, estaban casi perennemente sublevados. También la variedad de razas fomentó los problemas, en especial, a partir del siglo X. En este siglo llegaron, en gran número, esclavos del norte y este de Europa, eran los llamados eslavos, comprados, la mayor parte, como soldados pero que alcanzaron grandes cotas de poder y de influencia. Además, Almanzor, para afianzar su ascenso al poder, trajo de África a contingentes beréberes, que tenían poco que ver con los asentados, desde hacía muchos años, en territorio hispano.
 

  Hay quien apunta que el carácter de las gentes musulmanas españolas había cambiado. Abd al-Rahman III había aumentado mucho la riqueza de al-Andalus en general, y es posible que la mayor parte de la población hubiese adoptado un sentido de vida hedonista, materialista, alejado de la idea del sacrificio que suponía mantener la unidad, y alejado del espíritu combativo y guerrero que les permitió hacerse con toda la Península.

  Estos y tal vez otros muchos factores pudieron ser la causa del desmembramiento del califato, de la unidad de al-Andalus, pero lo cierto es que, a partir de 1031, perdido el control de la situación por el gobierno central, los jefes locales y otros dirigentes, se vieron, casi en la obligación de hacerse cargo del poder. En las Marcas la desintegración fue menor, puesto que sus jefes militares tenían un considerable poder. Las Tres Marcas: inferior, media y superior, se mantuvieron como unidades políticas, y sus respectivas capitales continuaron siendo, Badajoz, Toledo y Zaragoza. Pero en el resto de al-Andalus, la situación era totalmente distinta. 

  En la primera mitad del siglo XI se crearon treinta pequeñas unidades políticas independientes, algunas de las cuales lo fueron por poco tiempo. Habían nacido los reinos de taifas, que vivieron sumidos en las intrigas, interiores y exteriores, así como en luchas entre ellos por alcanzar cierta hegemonía, cuando no se enzarzaban entre los miembros de la propia familia gobernante, donde nadie se fiaba de nadie y donde el poder seguía siendo un bien codiciado.
   

  La palabra árabe TAIFA, designa la facción, la bandería o el grupo. En este caso estas "banderías" eran los tres grandes grupos étnicos: los beréberes, los eslavos y los andalusíes. En estos últimos se englobaban todos los musulmanes, fuesen árabes o conversos muladíes españoles. En cada región, una de estas taifas solía ser la predominante, y atendía más a su provecho personal que al interés del pueblo gobernado, con lo que la falta de unidad afectaba, también, a estos reinos.
   

  Los beréberes controlaban la costa desde el Guadalquivir hasta Granada. Los hummudíes, que habían gobernado en Córdoba, antes de la caída del califato, fue su dinastía más importante y reinó sobre Málaga y Algeciras hasta mediados de siglo. La dinastía Ziri en Granada, se hizo con Málaga y la incorporó a sus dominios. Las pequeñas ciudades comprendidas entre Algeciras y el Guadalquivir quedaron sometidas a Sevilla, también Algeciras. Los eslavos no crearon dinastías, se dirigieron hacia el este, llegando a conquistar el poder en ciudades tales como Almería, Valencia y Tortosa. 
Córdoba, tras la abolición del califato, fue gobernada por Abu-l-Hazm ben Chahwar, su hijo y su nieto, hasta que pasó a depender de Sevilla, tras un breve periodo en el que perteneció a Toledo.

   La desintegración de al-Andalus ofreció a los cristianos del Norte, la gran oportunidad que estaban esperando. De vasallos y tributarios pasaron a ser ellos los que impusieron sus condiciones. Casi todos los reinos de taifas tuvieron que tributar a los reyes cristianos, empezando por las Marcas. Alfonso VI de León y Castilla, logrará imponer un tributo, bastante considerable, a la más fuerte de las taifas, Sevilla, y a la más débil de las Marcas, Toledo, que se rindió ante Alfonso en 1085. Fue un hito importante en la Reconquista y la revoltosa ciudad ya no volvió a manos musulmanas.


   A lo largo del siglo XI comenzó a hacerse cada vez más claro que los dominios rurales de la aristocracia cristiana eran capaces de proveer de mejores guerreros que los ejércitos que podían pagar las abundantes rentas y tributos que controlaba la aristocracia urbana andalusí. Un poeta que narraba un desastre militar sufrido en las inmediaciones de Valencia ponía el dedo en la llaga al señalar que los cristianos "se habían puesto las cotas de malla de hierro, mientras que vosotros vestíais túnicas de seda a cual más bella".

  Conscientes de su carencia militar, los reyes de taifas recurrieron a un expediente eficaz: compraron con dinero la paz con los señores del norte. Las cifras de estos pagos, conocidas como parias, hablan por sí solas: hasta mil o dos mil monedas de oro (dinares) mensuales eran pagadas por algunos reyes no sólo para evitar las expediciones de saqueo, sino también para contar con la protección de los ejércitos cristianos contra los mil y un enemigos que acechaban a cada monarca. 

  
  Este hecho pronto se convirtió en piedra de escándalo. Algunos devotos alfaquíes musulmanes, los doctores de la ley, acusaban a los reyes de taifas de amasar riquezas en beneficio propio y de sus amigos infieles imponiendo a la población tributos ilegales, contrarios a la ley islámica. En tiempos de la dinastía de los Omeyas, todo el mundo sabía por qué gobernaban los califas: eran los representantes de Dios sobre la tierra, pertenecían a la estirpe de Quraysh —la misma que había alumbrado al Profeta—- y estaban encargados de hacer respetar un legado y una tradición que constituían la esencia del credo religioso de la comunidad musulmana... pero llegado a este punto el pueblo se preguntaba en qué calidad gobernaban los reyes de taifas.

REINO DE AL-MARIYYA

REINO DE AL-MARIYYA
Somos lo que hacemos y esa será nuestra huella en la Historia. No dejes, hijo mío, que tus hijos ni los hijos de tus hijos, olviden nunca que hubo un momento de esplendor extraordinario en el que Almería fue un gran reino que abarcaba desde la Andalucía oriental hasta Valencia y de esta, pasando por Toledo, hasta la gran Córdoba del Califato. Y no se consiguió solo mediante el uso de las armas sino —y sobre todo—, a través de un conciliador abrazo eminentemente cultural.
El paisaje almeriensí, engrandecido en la batalla su horizonte de sucesos, se retrajo después cual corazón que busca su reflujo primigenio, girando hacia sí en una marcha atrás que la llevaba a sus esencias, a su núcleo montañoso de lagartos y de esparto compensando las solanas al abrigo de sus playas, depurando contenidos y alumbrando con mil luces a los mundos del entonces, transformándose en poesía de manos de Almotacín y llegando con sus versos a humanizar un Medievo balbuceante, perdido en una oscuridad barbarizada carente de palabras. Y entonces, oh prodigio: fue nombrada la alMariyya rutilante, bella hurí desmelenada de cintura cadenciosa que orgullosa paseaba su Diwan de mil poetas y que al mundo enamoraba con sus sedas, su comercio y su decir en la más bella poesía que el oído conociera, cual orfebre metafórico de un Parnaso almeriensí de factura singular que brotara de la magia de un versal espacio-tiempo plagado de moaxajas saltarinas y de jarchas.
No dejes, hijo mío, que tus hijos ni los hijos de tus hijos, olviden que hubo un tiempo en que Almería, cual gusano que abandona su capullo mutado en mariposa, alzó su vuelo entrando en la alMariyya andalusí de un ensueño milenario. ¡No dejes que lo olviden, hijo mío! ¡Nunca!

Antonio García Vargas

domingo, 16 de febrero de 2014

TAIFA O REINO DE ALMERÍA

TAIFA DE ALMERÍA



Fue un reino independiente musulmán que surgió en al-Ándalus en 1012, a raíz de la desintegración que el Califato de Córdoba venía sufriendo desde 1008, y que desapareció en 1091 cuando fue conquistada por los almorávides, perteneciendo cronológicamente a los primeros reinos de taifas.                                          



(No termino de entender qué criterios se aplican aunque los imagino, para determinar la fecha de julio de 1014 como inicio del reino de Almería. Los distintos reinos de al-Ándalus se iniciaron como taifas, todos ellos, con declaración formal de reinos o sin ella. Si la taifa de Almería, iniciada en 1012 por el también eslavo Aftah, que se declaró independiente tras la caída de Córdoba,  es cronológicamente anterior a la de Granada —entonces la Cora de Elvira—, que se inició en 1013 como taifa de Garnata, ¿por qué se oculta, solapa o menosprecia tanto este importante dato histórico, así como la figura de Aftah, en nuestra historia local?)

REINADO DE LOS SQLABI

El origen de la taifa de Almería se debe al eslavo Aftah, quien se impuso al bereber Ibn Rawis en el control de Al-Mariyya, la actual ciudad de Almería. A Aftah le sucedió en el trono Jayrán quien consolidó el reino taifa, durante su reinado la ciudad de Almería experimentó un gran desarrollo y desbordó el perímetro fortificado, motivo por el cual Jayrán amplió sucesivamente sus murallas defensivas. La explosión demográfica se debió al desarrollo económico basado en dos productos fundamentales: el mármol de las minas de Macael y los tejidos de lujo de seda, oro y plata, que se exportaban por todo el Mediterráneo.



Bajo el reinado del sucesor de Jayrán, Zuhaír, la taifa almeriense se extendió abarcando Murcia, Jaén, zonas de Granada y Toledo e incluso la antigua capital del califato, Córdoba, aunque pronto empezaría la decadencia y la pérdida de territorios que culminaría con el siguiente reinado. Zuhaír amplió la mezquita de la ciudad e intervino en la muralla del arrabal de la Musalla. En esta época, Almería se consolidó como ciudad, y se desarrollaron dos arrabales más, el al-Musallà (Oratorio), al este, y el menor al-Hawd (Aljibe), al oeste.


REINADO DE LOS BANU SUMADIH

En 1038, bajo el reinado de Abú Bark al-Ramini la taifa de Almería fue conquistada por Abd’al-Malik ibn Abd’al Aziz, rey de la taifa de Valencia y nieto de Almanzor, quien nombró gobernador a Ma’n ben Muhammad, que se independizó en 1044 inaugurando un nuevo período taifa bajo el gobierno de la dinastía de los Banu Sumadih, que conoció la época de mayor esplendor económico y cultural de la taifa bajo el gobierno de Abu Yahya Muhammad al-Mutasim, también conocido como Almotacín, el rey poeta, quien llegó a formar en Almería uno de los núcleos culturales más importantes de al-Ándalus, atrayendo a poetas a los que asignaba pensiones en plata.

En 1085, Alfonso VI tomó Toledo. Los reyes taifas de Sevilla, Granada y Badajoz solicitaron el auxilio de los almorávides quienes entraron en la península Ibérica a través de Algeciras en 1086, derrotando al rey castellano-leonés en la batalla de Zalaca, tras lo cual, viendo la debilidad de los reinos taifas por las continuas disputas entre ellos, se enfrentaron a ellas, siendo conquistada la de Almería en 1091, pocos meses después del fallecimiento de su último rey taifa, Ahmad Mu’izz al-Dawla.


* Gran parte de los datos históricos se irán recogiendo de diversas fuentes bibliográficas impresas y/o digitales y siempre respetando los derechos pertinentes si los hubiere. Si por desconocimiento se incurre en falta, ruego se comunique a esta administración.

TAIFAS DEL PRIMER PERIODO

Taifa de Albarracín: 1011-1104 (almorávides)
Taifa de Algeciras: 1013-1026 (Málaga) 1035-58 (Sevilla)
Taifa de Almería: 1011-91 (almorávides)
Taifa de Alpuente: 1009-1106 (almorávides)
Taifa de Arcos de la Frontera: 1011-1068 (Sevilla)
Taifa de Badajoz: 1009-1094 (almorávides)
Taifa de Baleares o Taifa de Mallorca: 1076-1116 (almorávides)
Taifa de Ceuta: (Málaga) 1061-1084 (almorávides)
Taifa de Calatayud: 1046-1055 (Zaragoza

Taifa de Carmona: 1013-1067 (Sevilla)
Taifa de Córdoba (repúblicas): 1031-1070 (Sevilla)
Taifa de Denia: 1010/12-1076 (Zaragoza)
Taifa de Granada (Garnata): 1013-1090 (almorávides)
Taifa de Huelva: 1012/13-1051/53 (Sevilla)
Taifa de Lisboa: 1022-? (Badajoz)
Taifa de Lorca: 1051-1091 (almorávides)
Taifa de Málaga: 1026-1057/58 (Granada); 1073-90 (almorávides)
Taifa de Mértola: 1033-1091 (almorávides)
Taifa de Molina: 1075 (Valencia)
Taifa de Morón: 1013-1066 (Sevilla)
Taifa de Murcia: 1011/12-1065 (Valencia)
Taifa de Murviedro y Sagunto: 1086-1092 (almorávides)
Taifa de Niebla: 1023/24-1053 (Sevilla)
Taifa de Ronda: 1039/40-1065 (Sevilla)
Taifa de Santa María del Algarve: 1018-1051 (Sevilla)
Taifa de Segorbe
Taifa de Sevilla: 1023-1091 (almorávides)
Taifa de Silves: 1040-1063 (Sevilla)
Taifa de Toledo: 1010/31-1085 (castellanos)
Taifa de Tortosa: 1039-1060 (Zaragoza);1081/82-92 (Denia)
Taifa de Valencia: 1010/11-1094 (Taifa de Toledo)
Taifa de Zaragoza: 1017/1118 (almorávides)